Y es que reconocemos la tendencia mundial que busca buena salud a través del fitness que invita a volver a lo básico, es decir, a una rutina en la que el cuerpo mismo sea el más poderoso elemento de trabajo y de ahí el éxito del “planking”.
Este ejercicio consiste en sostener el peso propio con manos o antebrazos y pies durante un tiempo determinado manteniendo la alineación y balance del cuerpo. Aunque a simple vista parece fácil, la verdad es que los primeros intentos sorprenden pues tiene un grado de exigencia que se siente inmediatamente.
Esta es una rutina de ejercicios completa, brinda muchos beneficios en un solo movimiento. Algunas de las virtudes son:
Es ideal para tonificar el cuerpo, especialmente abdomen, glúteos y piernas.
Fortalece la espalda, hombros y cuello.
Mejora la postura.
Quema más calorías que los abdominales regulares por su combinación de fuerza y resistencia.
Es excelente para quienes buscan aumentar su resistencia y balance corporal.
Aumenta la flexibilidad.
Ayuda a mejorar el metabolismo.
La idea de este ejercicio es realizarlo una vez al día empezando por tres series de entre 20 y 30 segundos e ir subiendo paulatinamente el tiempo de resistencia.
Lo más importante es recordar mantener las piernas rectas y juntas, la espalda recta y jamás curvada, abdomen y glúteos presionados y los codos siempre debajo de los hombros.
A medida que el cuerpo se va acostumbrando, se debe aumentar el número de repeticiones y el tiempo en que se mantiene la postura. Se pueden incluir múltiples variaciones para no aburrirse y trabajar el cuerpo al máximo, como por ejemplo:
Plancha lateral para trabajar piernas y brazos:
Plancha con levantamiento de pierna para extra trabajo de glúteos: